Había estado cegada durante mucho tiempo. Imaginó mirando por la ventana una vida soñada. En Japón, con una maleta azul. Salía del metro e iba a su casa, un poco alejada del centro.
Era pequeña, pero muy acogedora. Ella vivía sola, pero entonces lo encontró.
Él era alto. De pelo un poco largo, oscuro y liso. Con un pendiente en cada oreja. Los ojos verdes oscuros. Se le había estropeado el coche y no tenía teléfono. Se cegó por ella y terminaron sudando entre jadeos en una cama. Más tarde, se mudaron juntos.
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